Si nos detenemos a analizar la situación actual en la Unión Europea (UE) encontramos que nueve de los veintisiete países que la componen tienen un período de obligaoriedad escolar de nueve años de duración. El mismo número de países establece una obligatoriedad escolar de diez años y cuatro países la amplían a once años.
Alemania, Bélgica y Polonia cuentan con doce años de escuela obligatoria, aunque en ellos los últimos cursos son obligatorios sólo a tiempo parcial. Holanda y Hungría cuentan con trece años de escuela obligatoria.
Por lo tanto, encontramos hasta cuatro años de diferencia en la duración de la escuela obligatoria en función del país concreto en que nos contremos.
La edad de inicio de la obligatoriedad varía también según el caso. En Luxemburgo la escuela obligatoria se inicia a los cuatro años, incluyendo en ella dos cursos de educación preescolar. Holanda empieza a los cinco años, en un ciclo unificado que no distingue entre preescolar y primaria. Hungría incluye el último año del preescolar dentro de la escuela obligatoria, mientras que Letonia ha decretado dos años obligatorios de enseñanza preprimaria. En el resto de los países, la educación obligatoria coincide con el inicio de la enseñanza primaria, que se sitúa en el Reino Unido a los cinco años de edad, en la mayoría de los países a los seis años y en algunos de los sistemas del norte y del este de Europa a los siete.
La edad de finalización se encuentra mayoritariamente a los dieciséis años de edad, aunque son varios los países que la prolongan hasta los dieciocho años, ya sea a tiempo completo o parcial.
Por otro lado, la escuela obligatoria comprende dos etapas: la enseñanza primaria y la enseñanza secundaria inferior, como sucede en España. En Portugal y en los países nórdicos no se contempla esta división, sino que todo el período de obligatoriedad se organiza en un único nivel de enseñanza, generalmente denominado educación básica. Por último, e Alemania, Francia o Bélgica, la obligatoriedad se extiende también a alguno de los cursos de la secundaria superior, de manera que los alumnos pueden encontrarse en diferenes tipos de escuela (académicas o profesionales) dentro de este período.
La misión de la escuela obligatoria es la de proporcionar a todos los ciudadanos las competencias básicas o clave, s decir, aquellas que abren las puertas a otras omptencias futuras y que todas las personas necesitan para lograr su realización y desarrollo personal, su inclusión social y su incorporación al empleo.