¿Cómo podemos mejorar la atención?

La atención es la capacidad que permite a un individuo concentrare en la ejecución de una actividad dirigida a conseguir un objetivo. Cuando un niño presenta un nivel bajo de atención-concentración puede ser por alguna de estas causas:

  • Ausencia de respuestas a los estímulos que un individuo recibe bien porque existan estímulos alteradores o bien porque los estímulos que le llegan son irrelevantes.
  • Falta de motivación en el individuo hacia la actividad que implica la atención.
  • Alteraciones en la zona cerebral en la que se inserta la atención.

¿Qué podemos hacer para mejorar la atención?

  • Realización de ejercicios de respiración antes de ejecutar una actividad que exija un nivel elevado de atención.
  • Intercalar breves descansos.
  • Eliminar los estímulos que son irrelevantes.
  • Realizar ejercicios de concentración.

Algunos ejercicios de atención-concentración pueden ser:

  • Ejercicios de discriminación visual.
  • Razonamiento verbal.
  • Razonamiento lógico.
  • Completar frases.
  • Sinónimos-antónimos.
  • Ordenación de conceptos.
  • Seguir series.
  • Problemas-acertijos.
  • Localizar características.
  • Agrupar en función de alguna característica.
  • Lotos.
  • Juegos de memoria: observación de objetos o láminas durante unos minutos y después enumerar al menos cinco.

Atención simultánea a mas de un estímulo:

  • Sopa de letras.
  • Ante diferentes sonidos realizar movimientos diferentes, presentando los sonidos al azar.
  • Con los ojos cerrados, reconoce en una conversación a dos de las personas que están hablando.
  • Ejecutar una serie de al menos cuatro acciones enunciadas previamente.

Entrenamiento conductual-cognitivo

  • Realizar a tarea verbalizando las instrucciones en voz alta.
  • Hacer la tarea siguiendo las instrucciones en voz alta.
  • Realizar la tarea siempre mientras se proporciona instrucciones a sí mismo.
  • Cuchichear a sí mismo las instrucciones apenas audibles.

Una vez aprendida la técnica de las autoinstrucciones deben intercalarse autorefuerzos también verbalizados inicialmente y luego encubiertos como: «esto me sale bien», «correcto, así es», «ya pensaba yo que sería así». También las autoinstrucciones deben contener alternativas de dominio de fracaso: «no he recordado llevarme una en esta columna, bueno, no importa, la repasaré y prestaré mayor atención en las siguientes, y también autoelogio por el nuevo intento: «He sido capaz de rectificar y eso me alegra. Voy a continuar con mayor atención».

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